Inventando Palabras

Lo he comprobado, no existe el verbo primaverear. ¡Qué limitado es el diccionario! Lo añado para uso propio: Primaverear: verbo, o lo que sea; indica acción y efecto -todo- que produce sensación primaveral.

Ejemplo: estos días de febrero esta primavereando

La semana próxima, ya en marzo, podemos sustituir el verbo, o lo que sea, por otro más común: mayear. Ya saben, "si marzo mayea, mayo marcea". Cosas del campo.

.....

La Luna y el Viento

Sopla, sopla, sopla el viento. Corre, atraviesa el espacio, galopa sobre la nada. No lo vemos, el viento no se ve, se siente, hace volar esto y aquello, mueve, empuja todo lo que encuentra a su paso. Desplaza lo que se le cruza.

¿Arrastrará a la luna?

.....

La Luna y La Muerte

Cuando los ilumina, convierte a los jóvenes encelados en jóvenes enamorados. Pero a la muerte...ay la muerte; no quiere, ¡qué no, que no quiere la luna  resucitarla!

A unos jóvenes se les puede engañar, a la muerte no. Es bien lista, bien viva la muerte, y no, no se la puede engañar. Siempre se lleva su trofeo.

.....

No hay Mar Sin Luna

La luna, para abrir los ojos,  necesita del mar; un mar que los días sin luna sólo es una mar a medias. Necesita, el mar, de la luz de la luna para existir, para que sepamos que está, para dejarse ver. 

Pero si no hay luna, cierra los ojos y escucha, oye el rumor de las olas... verás la luna 

---

No Hay Luna Sin Mar

Hay tierras que no miran al mar, y no sé muy bien por qué. Por la anchura de la tierra, supongo; porque la tierra nos tiene ojos, tal vez. O por miedo, por miedo de que el mar eclipse a la tierra. 

Lo que no hay son lunas que no miren al mar. Hay lunas, les he visto, que alumbran tierras lejanas del mar, pero esas lunas no miran. Son lunas con los ojos cerrados. ¡Qué no quieren ver, qué no quieren mirar si no está su reflejo en la playa!

Si ven una luna y no ven el mar, no lo duden, no es una luna, es un protocolo. No es real.

-----

La Nueva No Da Luz

Vamos, tonta, vamos al patio, que no hay luna, que la que hay es nueva y no da luz. 

Hasta cuando no está, hasta cuando de tan nueva no ha dado luz y no la ves, la luna está presente.

Vamos al patio, niña, ¿quién nos va a ver?

----------

¡La Luna, Qué Viene!

Niño, me decidan de pequeño, si miras fijo fijo a la luna, verás como viene bajando; así que no la mires, que viene.


Me lo creí


Y  la miraba fijo fijo, ¡pero ay!, nunca bajó.

----------

Luna Serena

Es uno de sus trabajos, de la luna: serenar, regalar paz en la noche. 

Nos detenemos, alzamos la vista y su luz, pícara y juguetona, baja para rodearnos con sus carias.

Silencio, armonía, sosiego

----------

Luna de Verano

Cálida y perezosa. Desenfadada, revoltosa y pícara. Es la luna de verano. Los amaneceres tempranos la sorprende revoloteando en la playa; no se quiere ir, no le gusta la oscuridad. Se muere por compartir el día con el Sol.

Me gusta esta luna vividora... la añoro con la melancolía de una luna de invierno. 

----------

Luna de Invierno

Nos regala, la luna, una luz limpia, blanca, esforzada y peleona. El invierno -¡mala sangre!- la tamiza, la filtra y la falsea.

La luna de invierno no es luna entera aunque sea redonda. Es una luna maltratada, un desperdicio de luna, una piltrafa. Y no es su culpa. Ella sabe ser luna; es el invierno, ¡mala puñalá le den!, que no sabe tratarla.

Es por ello que en invierno finge ser luna. Es por ello que ella, en invierno, se reserva para mejores tiempos. Es por ello que recordamos las lunas de verano.

----------

¡Pide la Luna!

¡No pidas solo lo posible!

-Pareja, ¿os pido alguna cosilla?

La voz del camarero se confunde con el atronador ruido de los cohetes celebrando la Noche de San Juan. Los jóvenes, desorientados, se miran durante unos instantes; ella vuelve el rostro hacia la playa, tan cercana que huele a noche de verano, con un mar tan hermoso que produce sonrojo mirarlo, tan sereno que invita a caminar sobre sus aguas. Aguas sobre las que la luna  ha desplegado una alfombra plateada  y que el muchacho recorre con su mirada buscando el reflejo de la chica. Ambos están en silencio, sonriendo, con la mirada clavada en la media luna que emerge con decisión desde el fondo de los mares para unirse a la fiesta de San Juan. La luna, los fuegos artificiales, las miradas enamoradas que se buscan, las manos que se entrelazan...

-¡No sé qué más podéis pedir! . -El camarero dio media vuelta y se alejó

PD.- Arrasarán los chiringuitos, pero no podrán con la luna sobre el mar ni con las noches de verano.

----------

No, No es la Misma

¿Quién dijo que sólo hay una luna?

Cuentan:
El hijo de un acaudalado labriego vuelve al pueblo y le dice, serio él, a su padre:
-Padre, me estoy fijando y la luna de nuestra alquería se parece mucho a la de Valencia.
-Hijo, ya has estudiado bastante. Mañana coge la azada y deja ya los libros.

Con todo, yo pienso que las lunas son distintas según se miren, según cómo se miren, según quién las mire...según con quién se miren.

-----

La Luz de la Luna

Y está, lo he abierto. El blog. Ahora pensaré qué hago con él.

Mientras, una obviedad: la luz de la luna es indiscreta, más me gusta a mi la luna sóla. La luna grande y plateada. Redonda y vibrante. La luz, su luz, es una delatadora, una chivata.

En realidad, la luz de la luna no es más que el peaje por verla. Si puedes le das esquinazo, y si no...

-----